La Corte Suprema de Israel es la creación de una familia de élite: los Rothschild. En sus negociaciones con Israel, acordaron donar el edificio bajo tres condiciones: los Rothschild debían elegir el terreno, usarían su propio arquitecto y nadie sabría nunca el precio de su construcción. Las razones de esas condiciones son bastante evidentes: el edificio de la Corte Suprema es un Templo de Religión Misteriosa Masónica y está construido por la élite, para la élite.